sábado, 10 de mayo de 2008

Creencias de un soneto desesperado























CREENCIAS DE UN SONETO DESESPERADO



Créeme, he engullido desamor,

eran bocanadas de aire exiliado

-atravesadas por un beso-, guiado

a apuñalar los labios con fervor.


Créeme, he probado tu clamor,

era aquel utópico amor -atado

fuertemente al mástil del desamparo-

abordante… produciendo dolor


Créeme, eres la cuesta imposible

hacia un destino incierto… descalábrame

para olvidar sueños inaccesibles.

Créeme, eres llamarada –quémame

con tus ojos mi actos ilegibles-

¡Bah! no me creas... solamente... quiéreme.



(Madrid, Mayo 2008)
Copyright © Quenser.– Todos los derechos reservados


No hay comentarios: